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La escucha activa y empática (3)

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Serie prácticas restaurativas en la escuela con el abogado Rafael Vásquez

¿Estamos realmente escuchando? Ojo que no es lo mismo que estar oyendo. Escuchar es una acción voluntaria e implica la intención consciente de ponerles atención a las personas que nos están comunicando y expresando sus pensamientos, emociones y sentimientos.

Debido a su importancia, junto con el abogado Rafael Vásquez, experto en mecanismos para la gestión pacífica de conflictos y facilitación de prácticas restaurativas, dedicamos este tercer capítulo de la serie de prácticas restaurativas, a la práctica menos formal que podemos utilizar en la escuela: la escucha activa y empática.

“Escuchar no es tan fácil como creemos. La escucha activa significa estar atentos a todos los detalles que nos comunica nuestro emisor y eso implica la comunicación tanto verbal como no verbal. Recordemos que, en los procesos comunicativos entre las personas, muchas veces la comunicación no verbal dice más que la comunicación verbal”, explica Rafael.

Vea “La importancia de las prácticas restaurativas” (2)

Vea “Prácticas restaurativas en la escuela (1)”

Destaca Rafael, la función relevante que tiene la escucha activa y empática en una comunidad. “Esta práctica propende por establecer un sentido de relación entre las personas que hacen parte de la comunidad, lo que implica el reconocimiento del otro como miembro de esa comunidad, que está en procura también del reconocimiento de sus identidades”, afirma Rafael. Por lo tanto, asegura que esta práctica cotidiana está llamada a reconocer las dificultades por las que está pasando cierta persona de la comunidad, y que pueden estar afectándola a ella y al sentido de comunidad, para acompañarla en el proceso del reconocimiento de esas dificultades y establecer de qué manera esas situaciones se pueden transformar para su vida personal y la vida de la comunidad.

El desarrollo de las prácticas restaurativas es función tanto de la familia como de la escuela. Por eso, para Rafael, “el propósito también es generar un canal comunicativo entre la familia y la escuela mediante prácticas como la escucha activa y empática, para que estemos haciendo la tarea conjunta entre los dos actores que acompañan el ejercicio cotidiano aprendizaje de los niños y niñas”.

El juego es un recurso valioso para que las comunidades se ejerciten en esta práctica restaurativa. Rafael recomienda aquellos que demanden la plena atención del mensaje que se está transmitiendo como es el juego del teléfono roto. Igualmente aconseja ejercicios para los estudiantes como el siguiente:  si un bus que tú manejas se sube una persona en la primera parada, se suben tres personas en la segunda parada, en la tercera parada se bajan dos, y en la cuarta parada se suben cinco, ¿cuántos años tiene el conductor?

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