¡Hola a todos! Soy Sol Gutiérrez, corresponsal de prensa de Educalidad. Hoy les traigo un tema muy importante: la intimidación escolar. ¿Sabían que cada año, los primeros jueves de noviembre, se conmemora el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela, incluido el ciberacoso? Pues hoy quiero contarles sobre lo que aprendí en la conferencia de mi amiga Natalia Cárdenas, experta en convivencia escolar, en el 31 Congreso Internacional de Prevención y Atención del Maltrato Infantil.
Natalia nos explicó que la convivencia en las escuelas se ve afectada por diversas situaciones que alteran la relación con nuestros compañeros. Y es que, también, muchas veces estas situaciones no solo nos impactan a nosotros, sino a toda la escuela. Así que decidí acudir a mi amiga Natalia, quien es experta en este tema de acoso escolar para conmemorar este día especial.
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¿Qué afecta la convivencia escolar?
Cuando le pregunté a Natalia sobre los factores que afectan la convivencia, mencionó tres principales: los conflictos, la intimidación escolar (bullying) y la violencia escolar. Lo interesante es que no todo lo que parece un problema es necesariamente malo.
“Los conflictos pueden ser oportunidades para crecer y aprender a entender mejor a los demás”, explicó Natalia. Sin embargo, advirtió que cuando uno de los involucrados utiliza su poder para agredir al otro, eso se convierte en intimidación. La agresión, ya sea física o verbal, busca hacer daño y eso es inaceptable.
Me pareció muy claro lo que explicó Natalia. Es que a veces confundimos los conflictos con el bullying, pero no es así. ¡Ojo! Los conflictos pueden ser resueltos si hablamos y nos entendemos, pero cuando alguien busca lastimar a otro, eso ya es intimidación. Es intencional y perjudicial.
¿Qué tipos de bullying existen?
Al parecer, no soy la única que pensaba que el bullying era un fenómeno único. ¡Natalia aclaró que existen diferentes tipos! “El bullying se puede manifestar de varias maneras. La agresión física es común entre los niños, como empujones o golpes, mientras que el bullying verbal incluye insultos y apodos hirientes. En las niñas, a menudo se presenta el bullying relacional, que es más indirecto, como excluir a alguien o difundir chismes”, afirmó. Y, por supuesto, no podemos olvidar el ciberacoso, que ocurre cuando se utiliza internet o redes sociales para intimidar a otros.
¡Es asombroso cómo el bullying puede adoptar tantas formas!
Cómo saber si alguien está siendo intimidado
Natalia también compartió cómo podemos darnos cuenta si alguien está siendo intimidado y dio varias señales importantes a las que debemos prestar atención. “Por ejemplo, si un niño o niña se muestra nervioso o ansioso al recibir un mensaje o empieza a evitar su celular o computadora, o borrar sus cuentas en redes sociales”, comentó.
“Otros indicios son el aislamiento, cambios repentinos de humor, o que dejen de interactuar con amigos en línea”, añadió Natalia. También pueden cambiar su comportamiento, alejarse de sus amigos, o incluso aparecer con marcas físicas como moretones que no explican.
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El rol de los espectadores
Me llamó mucho la atención el papel de los espectadores en situaciones de intimidación. Natalia explicó que los espectadores son los compañeros que ven lo que está pasando. “A veces, los espectadores no hacen nada, o incluso se ríen, lo que refuerza el comportamiento del niño que intimida. Sin embargo, si los espectadores intervienen o buscan ayuda, pueden detener la situación de bullying”, subrayó. Esto me hizo pensar sobre la importancia de actuar cuando vemos algo injusto, porque nuestras acciones pueden marcar la diferencia.
¿Qué hacer para detener el bullying?
Finalmente, Natalia dio valiosas recomendaciones sobre lo que podemos hacer nosotros, los estudiantes, para ayudar a detener el bullying. Lo primero es no ser indiferentes. Si vemos que alguien está siendo molestado, debemos hablar con un adulto de confianza, como un profesor, y contarle lo que está pasando. También hay que ofrecer apoyo a nuestros compañeros, haciéndoles saber que no están solos y que tienen amigos que los respaldan.
“La mediación es un excelente recurso para resolver problemas entre compañeros que están en igualdad de condiciones, pero en situaciones de bullying, la solución debe ser más firme y protectora”, agregó Natalia.
Después de todo lo que aprendí, estoy más convencida que nunca de que todos podemos hacer algo para mejorar la convivencia en la escuela. Si nos unimos y actuamos con empatía y respeto, ¡podemos hacer que la escuela sea un lugar más seguro y feliz para todos!
Recuerden: juntos podemos detener el bullying. ¡Nos vemos, hasta pronto!.