Entiendo la asertividad como saber comunicar nuestras necesidades, opiniones y sentimientos de manera clara, directa y respetuosa, sin ser pasivo o agresivo. Es decir, hacerlo de manera adecuada, defendiendo tus derechos y expresando tus puntos de vista sin miedo ni vergüenza.
En los tiempos actuales, con sus características tecnológicas, sus dinámicas sociales y sus búsquedas de identidad, es cuando más cobra importancia esa habilidad que llamamos asertividad. Cuando en las redes sociales algunos quieren imponerse con sus opiniones, cuando en las relaciones familiares alguien quiere someterte abusivamente, cuando en el trabajo alguien pretende invalidar tu forma de ser y actuar, tienes que ser asertivo, según reflexiona Alberto Linero.
Entiendo la asertividad como saber comunicar nuestras necesidades, opiniones y sentimientos de manera clara, directa y respetuosa, sin ser pasivo o agresivo. Es decir, hacerlo de manera adecuada, defendiendo tus derechos y expresando tus puntos de vista sin miedo ni vergüenza. No dejes que te intimiden las opiniones de los demás o la actitud agresiva con la que algunos exponen sus pareceres y buscan callar a los demás. Sé firme y respetuoso en decir lo que piensas y sientes.
Para ser asertivo, es necesario: identificar lo que es importante para ti y defenderlo con mayor seguridad, expresar tus ideas y sentimientos de manera directa y concisa, utilizando un lenguaje positivo y evitando las disculpas innecesarias. Mantener una postura física y verbal segura y confiada, sin dejarte acorralar por los demás y sus posturas. También es importante reconocer y validar los sentimientos y opiniones de los demás, incluso si no estás de acuerdo con ellos. Evita los insultos, las amenazas y las críticas personales.
Pero sobre todo, aprende a decir no, a poner límites y a negarte a que las personas te agredan o te pisoteen en tu dignidad. Ten claro que la asertividad es una habilidad que se puede aprender y mejorar con la práctica. No te desanimes si al principio te cuesta ser asertivo. Con el tiempo y la dedicación, podrás desarrollar una comunicación más efectiva y segura que te permitirá defender tus derechos y expresar tu punto de vista con mayor confianza. No tengas miedo de decir: ¡discúlpame, pero no!