En el nuevo episodio de ‘Desenredando la Información’, tenemos a Víctor García Perdomo, director del Doctorado en Comunicación de la Universidad de La Sabana y responsable en Colombia del Digital News Report del Instituto Reuters de la Universidad de Oxford, quien ofreció una perspectiva sobre los desafíos y la importancia de la Alfabetización Mediática e Informacional (AMI) en el país.
El informe, que anualmente encuesta a cerca de 100.000 personas en 38 países, incluido Colombia, subraya la necesidad urgente de impulsar la AMI para construir audiencias más responsables y exigentes con la calidad de la información.
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Digital News Report 2025
Uno de los hallazgos principales del Digital News Report 2025 resalta una tendencia preocupante: la caída en la confianza de las noticias y la creciente desconexión del público con los medios de comunicación. Esta desconfianza se traduce en un desinterés generalizado que afecta tanto a los medios tradicionales como a los nativos digitales y públicos, un fenómeno que Víctor García describe como un «cansancio informativo».
La paradoja es que, mientras la oferta de información se multiplica, el consumo de noticias disminuye, y el público, especialmente los jóvenes, prefiere informarse a través de redes sociales o influencers. Sin embargo, esta elección no garantiza la veracidad, sino que a menudo los expone a una mayor cantidad de desinformación.
García Perdomo enfatiza que esta desconfianza no es un problema aislado, sino una preocupación global. El informe revela que solo el 46% de las personas confía en las noticias en general, y menos del 30% lo hace en fuentes a las que no pertenecen ideológicamente. Esta polarización y la falta de discernimiento, acentuadas por el consumo en redes sociales, dificultan que los ciudadanos identifiquen información falsa y distingan fuentes confiables.
La AMI: herramienta fundamental
Frente a este panorama, la Alfabetización Mediática e Informacional se posiciona como una herramienta fundamental. No se trata solo de enseñar a usar la tecnología, sino de formar ciudadanos críticos, capaces de interpretar y evaluar la información de manera responsable. La AMI permite a las personas navegar el complejo ecosistema digital, identificar la desinformación y, a su vez, exigir una mayor calidad y ética a los medios.
Víctor García es categórico al afirmar que la acción frente a la desinformación no puede ser una tarea individual. «Esto tiene que ser un trabajo colectivo», subraya. Implica un compromiso multifacético que involucre a:
- Plataformas digitales: responsables de la distribución de la información.
- Universidades: cruciales en la investigación y formación.
- Medios de comunicación: para fomentar la calidad y la verificación.
- Actores estatales: para el desarrollo de políticas públicas.
- ONG y la sociedad civil: para la implementación de iniciativas de educación.
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La desinformación tiene consecuencias graves que trascienden el ámbito democrático, impactando la salud pública (como se vio en la pandemia) y hasta la percepción de conflictos internacionales. La información es un bien preciado, y educar a las personas sobre cómo identificar el contenido falso y cómo utilizar los medios de manera crítica es esencial para combatir la creciente desconfianza y proteger la integridad de nuestras sociedades.
En conclusión, el llamado de Víctor García es claro: es imperativo que todos los actores trabajen en la misma dirección para alfabetizar a los ciudadanos. Solo a través de un esfuerzo conjunto y sostenido, que vaya más allá de proyectos aislados, podremos revertir la tendencia de la desconfianza y asegurar que las nuevas generaciones estén equipadas para participar activamente en un entorno informativo cada vez más complejo y desafiante.
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