Tras analizar el caso de dos niñas víctimas de acoso escolar en un colegio de Villapinzón (Cundinamarca), la Corte Constitucional le pidió al Ministerio de Educación diseñar un protocolo para prevenir el bullying en entornos educativos. El pronunciamiento llegó por medio de una sentencia de tutela solicitada por una floricultora madre cabeza de hogar. Dos de sus hijas —Sofía, de nueve años, de quinto grado, y Martina, de cinco, de primero— han sido víctimas de acoso escolar.
Sofía le contó a su mamá que recibía distintas formas de matoneo, incluso llegando a agresiones físicas, de parte de sus compañeros. La madre acudió al colegio y habló con el coordinador de convivencia, quien se comprometió a hablar con la directora de quinto. La niña continuó dando muestras de tristeza y contando las agresiones que padecía. La madre le insistió a la directora de quinto y al coordinador que tomaran medidas, a lo que el coordinador respondió que era “complicado estar al tanto de todos los estudiantes”.
“A pesar de sus promesas de tomar medidas, las cosas no cambiaron y las agresiones pasaron de ser verbales a físicas cuando empujaron a Sofía por las escaleras durante el descanso, causándole un golpe en la cabeza”, le narró la madre a la justicia.