Un colegio, dos jornadas, toda una comunidad educativa y habitantes de la localidad de Fontibón de la ciudad de Bogotá decidieron abrazar la paz y la verdad.
“Nosotros abrazamos la verdad, desde ese trabajo de reconocimiento de la memoria, de la raíz de nuestros estudiantes. En nuestro colegio Antonio Van Uden tenemos población migrante, indígenas, afrodescendientes, comunidades LGTBIQ+ y con todos ellos venimos trabajando sobre la memoria, la importancia de ir a la raíz, y desde ahí, tomar el arte para aprender a expresar. ¡Conocer el mundo! Entenderlo para poderlo transformar desde el arte. Trabajamos desde esas posibilidades sensibles que les permita a los estudiantes conectarse con la solidaridad y con la empatía de nuestra gente”, comentó a Educalidad Celia Medellín, docente de educación artística con énfasis en danza.
El Colegio Antonio Van Uden fue uno de los 4.332 colegios del país que se sumaron a la jornada La Escuela Abraza la Verdad, para incentivar desde las aulas, el ‘valor de saber’ como un requisito indispensable para conocer nuestra historia de conflicto armado y la urgencia de la no repetición. La iniciativa nació de las organizaciones de la sociedad civil en alianza con la Comisión de La Verdad. Cerca de 26 las organizaciones se vincularon a la jornada, entre ellas Educalidad.
Para el rector del colegio, Aristóbulo Sánchez Espejo, el día de la ‘Escuela abraza la verdad’ “fue un ejercicio de democracia y participación, en reconocimiento a todo el proceso de la verdad, la justicia y la reparación que ha venido creándose en el país a través de los diálogos permanentes de paz. El instrumento presentado por la Comisión de la Verdad, es un insumo que permite reflexionar sobre las incidencias que ha tenido el desorden social que hemos vivido en las últimas siete décadas. Pienso que es un referente que nuestros jóvenes deben conocer, para conocer su historia y no reproducirla. Sobre esa historia tan difícil, que puedan construir posibilidades de desarrollo social, económico, político y democrático”.
Efectivamente, para los estudiantes de la institución educativa fue una jornada de reflexión mediada por las manifestaciones artísticas. Por ejemplo, para Angie, estudiante de grado 11, “lo más importante para mí fue la historia que estamos contando acerca de la violencia porque nos damos cuenta que vivimos en una burbuja donde todo es tan diferente como se vive aquí en la ciudad a como se vive en el campo. Queremos llevar un mensaje a todos los estudiantes, a todas las personas que nos vean, para que se den cuenta de que todo el tiempo vivimos en violencia y es momento de cambiar. Es un llamado a todos para que podamos hacer parte de este cambio”.