“Es muy importante que los niños regresen pronto a la presencialidad en los colegios. Con esto no quiero decir que sea a cualquier costo, que tenga que ser mañana y que no se sigan los lineamientos de quienes tienen a su cargo la preparación de todos los protocolos. Pero tenemos que restituirles a los niños este derecho a la educación que se les está confiscando”, comentó Francisco Cajiao durante el encuentro virtual “Salud Mental y Educación”, organizado por la Asociación Afecto y Educalidad.
Para el experto en educación Francisco Cajiao, la pandemia por el Covid-19 ha puesto a la sociedad en una búsqueda de equilibrio entre dos derechos fundamentales de los niños: el derecho a la salud y el derecho a la educación, entendidas ambas como garantías del pleno desarrollo de las capacidades y la oportunidad de crecimiento que ofrece la sociedad a los niños. En ese sentido, destaca que la escuela es sobre todo una institución de protección de la infancia donde son indispensables la alimentación, el cuidado, la recreación, la prevención en salud y los aprendizajes que se dan solo en la interacción presencial entre pares.
Recuerda el experto que “más del 60% de los niños no tiene actualmente acceso a ningún tipo de educación escolar porque muchos de sus padres ya regresaron a trabajar y están solos, expuestos a muchos peligros y riesgos domésticos”. Argumenta igualmente que en la familia se presentan situaciones de maltrato que provienen de patrones culturales que impiden una sana convivencia entre padres e hijos.
Cajiao reconoce que hay mucho temor de padres y maestros debido al coronavirus pero invita a ir moderando ese miedo con información provista por organizaciones científicas. “La única manera que tuvieron los países para mantener a la gente en confinamiento fue generar mucho miedo, porque el miedo es un arma poderosa que tiene mucha más efectividad que la policía. En el país creo que hay que hacer una gran presión sobre el gobierno y sus asesores técnicos para que nos brinden datos de la población que nos ocupa, que está entre los 5 y los 18 años. Yo sigo desconcertado de que llevamos cinco meses y todo el tiempo nos entregan cifras generales y los padres deben tener herramientas para saber qué riesgo se corre con los niños”.
Para el experto, lo importante ahora es tener una actitud proactiva y buscar la manera de garantizar los derechos a los niños. “Francamente no entiendo cómo un gremio tan grande y tan importante como el de los maestros, habla de una desobediencia civil contra un derecho fundamental. Es como si los médicos hoy se declararan en desobediencia civil contra la atención hospitalaria. Lo que extraño es que no haya una organización profesional de maestros generando iniciativas, buscando soluciones, haciendo propuestas. Necesitamos mucha mayor proactividad que simplemente resistencia. La resistencia creo que riñe con la ética profesional en este caso”.
Según Cajiao, “ya existe una serie de medidas de bioseguridad que permitirían pensar en un regreso a las aulas tranquilo, gradual, pero, insisto, con muchas iniciativas y no tanto con muchos peros”.