En el 2015 Colombia presentó el Informe Alterno ante el Comité de los Derechos del Niño y este organismo le recomendó al país eliminar un artículo del Código Civil que permitía el castigo contra los niños, niñas y adolescentes. La Corte Constitucional se pronunció afirmando que ese artículo no debería existir en la legislación, pero esta entidad no tenía la facultad de derogarlo. Entonces Aldeas Infantiles SOS presentó un proyecto de Ley de carácter pedagógico para eliminar el castigo físico contra la niñez y la adolescencia.
La Ley 2089 contra el castigo físico, los tratos crueles, humillantes y degradantes contra niños, niñas y adolescentes, fue expedida en mayo de 2021, esta Ley se centra en enseñarle a los padres y cuidadores métodos alternativos de crianza, sin golpes ni castigos, a partir del diálogo y los derechos humanos, para priorizar el cuidado y protección de los niños, niñas y adolescentes.
Los primeros congresistas en apoyar esta Ley fueron Harry González del partido Liberal y el Representante a la Cámara Julián Peinado, también hubo aportes del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar – ICBF, el Ministerio del Interior y de Educación, la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría que se pronunciaron favorablemente antes de la firma de la Ley. Desde entonces, ha habido audiencias públicas de seguimiento a la implementación de esta Ley en las que Aldeas Infantiles SOS participa junto con la Alianza por la Niñez colombiana.
La Ley tiene cinco artículos y en el quinto se le pide al Estado colombiano crear una Estrategia Pedagógica Nacional de prevención del castigo físico, que se implemente en todos los territorios en un plazo de seis meses. Sin embargo, los avances en el desarrollo de esta Estrategia han sido insuficientes. A continuación, Julián Peinado hace un análisis y expone la importancia de cambiar las normas culturales en beneficio de las futuras generaciones.