Fueron tres días dedicados a la educación. 22 conferencias y talleres a cargo de reconocidos maestros, pediatras, psiquiatras, psicólogos, antropólogos, sociólogos, abogados, periodistas y politólogos, quienes aportaron su conocimiento y experiencia para mejorar las condiciones de vida de la niñez colombiana. Y tuvimos éxito total, al conseguir el cupo máximo de la Sala de Educación con la asistencia de docentes, padres de familia, profesionales de las áreas sociales y de la salud, funcionarios y adultos significativos en general, interesados en prevenir el maltrato infantil.
Logramos un congreso dentro del congreso. Y todo, gracias a ellos: los educadores Andrés Gaitán, Francisco Cajiao, Edwin Ussa, Sergio Lesmes, Sonia Torres, Enrique Chaux, Frank Vega, Jean Marvel, Viviana González y Paola Torres; los pediatras Carmen Escallón y Juan Fernando Gómez; las psicólogas María Clara Cuevas y Natalia Cárdenas; el psiquiatra Jorge Téllez, el antropólogo Diego Polit, la abogada Isabel Puerta, el periodista José Mojica, la politóloga Martha Rengifo, y la socióloga Alanis Bello… todos ellos conformaron el selecto grupo de conferencistas y talleristas de la Sala de Educación del Congreso de prevención y atención del maltrato infantil.
Educalidad fue la coordinadora de la Sala de Educación. Por vez primera, en esta edición vigésimo octava del Congreso que organiza anualmente la Asociación Afecto, la educación tuvo un espacio privilegiado.
El Congreso contó también con el apoyo de la Corporación de Amor al Niño Cariño, Peace Education Foundation, Aldeas Infantiles SOS y Red Papaz, organizaciones privadas, sin fines de lucro, que trabajan en Colombia en la prevención, atención, protección, intervención y rehabilitación del maltrato infantil, el abuso sexual infantil y la violencia contra los niños, las niñas y los adolescentes.
Todos, en esta oportunidad, estuvimos del lado de las niñas. Ese fue el lema del evento con el que buscamos visibilizar la situación de las niñas y brindar herramientas para mejorar sus condiciones de vida y fortalecer las capacidades de los profesionales a su cargo y a la comunidad en general en la protección de la infancia en Colombia.
En estos tres días del Congreso, celebrado los días 12, 13 y 14 de julio, demostramos que la educación es imprescindible. Al fin y al cabo, la educación es la herramienta más poderosa, capaz de lograr sociedades más justas, productivas, equitativas, que estén, definitivamente, del lado de las niñas.
