Colombia ha soportado décadas de conflicto armado que han dejado cicatrices profundas en su tejido social. Las víctimas, los desplazados, los desaparecidos y las innumerables historias de dolor son una marca indeleble en nuestra memoria colectiva. En un país donde la violencia ha impactado a varias generaciones, es crucial reconocer el poder de la educación para sanar a Colombia.
En este contexto, la justicia restaurativa emerge como una alternativa efectiva para confrontar nuestro pasado y sanar las heridas de las violencias. A diferencia de la justicia punitiva, que se centra en el castigo, la justicia restaurativa busca reparar el daño, restaurar las relaciones y promover la reconciliación. Este enfoque nos ofrece la oportunidad para que las víctimas sean escuchadas, para que los responsables asuman su parte en la reparación y para que la sociedad en su conjunto encuentre un camino hacia la sanación.
El Arte del Kintsugi: Metáfora de la Resiliencia
El Kintsugi, arte japonés de reparar con oro las grietas en la cerámica, es una metáfora potente sobre la resiliencia. Este antiguo arte nos enseña que nuestras cicatrices, en lugar de ser ocultadas, pueden ser resaltadas como símbolos de fortaleza.
Al igual que en el Kintsugi, donde las roturas se convierten en partes valiosas de la pieza, las cicatrices de Colombia pueden ser testimonios de resistencia y transformación. Cada historia de dolor, marcada por cicatrices doradas, merece ser contada. Son una prueba de dolor y fragilidad, pero también de resiliencia, transformación y resistencia.
La Escuela: espacio para la Justicia y la Restauración
La escuela, como microcosmos de la sociedad, tiene un papel estratégico en este proceso. Es en estos espacios donde convergen estudiantes de diversos contextos, muchos de ellos afectados por la guerra: hijos de excombatientes, víctimas del conflicto armado, miembros de la Fuerza Pública y ciudadanos que han sido protagonistas y testigos de la violencia.
Por esta razón, nuestras instituciones educativas deben ser escenarios clave para enseñar que el diálogo, la empatía y la compasión son caminos más poderosos que el resentimiento y la venganza.
Un Camino hacia la Reconciliación
La implementación de prácticas restaurativas en las instituciones educativas permite abordar los conflictos desde una perspectiva de sanación. A través de círculos y diálogos constructivos, acuerdos de reparación y talleres de mediación, entre otros, podemos aprender a resolver diferencias, reconocer el impacto de las acciones en los demás y buscar soluciones que beneficien a todas las partes involucradas.
En este proceso, las víctimas ocupan un lugar central. Es fundamental que sus voces sean escuchadas, que sus necesidades sean atendidas y que se les brinde un espacio para narrar su historia y sanar. Al mismo tiempo, quienes causaron el daño tienen la posibilidad de asumir su responsabilidad y de participar en la reparación.
Programa de Periodismo Escolar Restaurativo
En Educalidad, creemos firmemente en el poder transformador del enfoque restaurativo en el ámbito escolar. Mediante nuestro programa Periodismo Escolar Restaurativo (PER), los estudiantes utilizan herramientas periodísticas para narrar sus historias de vida y participar en procesos de sanación personal y colectiva. Este enfoque combina el periodismo, la educación y la restauración para contribuir a construir una cultura de paz en las escuelas.
Al documentar y compartir sus experiencias, los estudiantes construyen nuevas realidades, tanto para ellos mismos como para sus comunidades. De esta manera, la escuela se convierte en un espacio donde fomentamos la justicia, restauramos relaciones y reconocemos el valor de la verdad, la responsabilidad y la restauración.
La Educación como motor de paz
En el proceso de transformar las heridas en cicatrices doradas, todos tenemos un papel que desempeñar. La comunidad educativa y la sociedad en general debemos construir un país donde no se viva bajo la sombra de la violencia, sino en un ambiente de reconciliación y paz.
La educación la capacidad de formar ciudadanos, restaurar relaciones rotas y reconstruir sociedades fragmentadas.
Al abrazar la justicia y la restauración, la educación se convierte en un motor de cambio, capaz de sanar los daños y dolores que la guerra ha dejado. Es hora de que trabajemos juntos por un futuro lleno de esperanza.
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Invitación a la Jornada de Justicia y Restauración
Del 9 al 13 de septiembre, invitamos a todas las instituciones educativas del país a unirse a la tercera y última jornada del año de “La Escuela abraza la paz”. Esta jornada, que se llevará a cabo durante la Semana por los Derechos Humanos, forma parte del Calendario Conmemorativo de la Educación Abraza la Paz y tiene como tema central “La Educación Abraza la Justicia y la Restauración”.
Desde abril, hemos recorrido un camino de reflexión y acción en busca de la paz. El 9 de abril, bajo el lema “Por las víctimas, 9 millones de historias para no repetir”, abrazamos a las víctimas del conflicto armado. Posteriormente, el 29 de mayo, nos unimos en solidaridad con las familias y amigos de las personas desaparecidas, demostrando nuestra empatía y compromiso.
Ahora, es momento de culminar este trayecto participando en la última jornada del año. Estudiantes, docentes, padres de familia y la sociedad en general, tenemos derecho a la verdad, la justicia y la restauración.
Inscribir a tu institución es sencillo: sigue el enlace a continuación y prepárate para un día lleno de aprendizajes y sanación colectiva.
Te invitamos a inscribirte en este link: https://acortar.link/IQDKsM
En el siguiente link encontrarás las guías que tenemos preparadas para la jornada: https://bit.ly/4cwV2mA
