Por Nicolás Rozo*
Vivir es el acto mismo de poder respirar, de poder sentir el corazón latir, de poder existir, de despertar y abrir los ojos y poder sentir el aroma de la mañana y en la noche cerrar los ojos y poder soñar.
En el mundo, muchas culturas y pueblos han organizado su vida junto a los ríos. De ellos proviene su fuerza, su energía, su provisión, su vitalidad, su pasado, su presente y hasta todo su futuro.
Es por eso que aquí, en este momento del podcast “Pescadores de esperanza. Tejiendo redes de convivencia y paz”, hablamos de la vida, y no de cualquier vida. Hablamos de aquella que nació en las laderas del río Cauca, que creció mientras su corriente recorría las montañas. Hablamos de aquella que un día se terminó por la violencia, siendo las aguas de ese río precursor de vida, el único testigo de ese cruel deceso.
La vida es una canoa
Esta es la vida que traemos de la memoria y rendimos homenaje. Una vida que se forjó en las canoas que, en las madrugadas, salían a ver el sol nacer.
En esas canoas, nacidas de la tierra en forma de árboles, se convierten en el transporte para llevar el sustento a casa. Cuentan historias de lo que se puede hablar y de lo que se quiere olvidar. Porque son ellas, las canoas, las mismas que llevan alimento a casa, las que terminan siendo mensajeras de lo que no se quiere escuchar.
La vida es una atarraya
Es por esto que la vida es igual a una atarraya. Están hechas con un hilo que tiene un inicio, pero también tiene un final. Un hilo que se empieza a tejer por las manos de quienes nos aman y que, nudo a nudo, trenza a trenza, crece para poder abrazar el mundo.
Una atarraya toma tiempo realizar, y que no puede ir al río a pescar hasta que esté preparada, hasta que el último nudo quede puesto. Ese número perfecto que solo la ancestralidad de la técnica de los abuelos y abuelas han podido contar. Es ahí donde puede ser llevada en una canoa y echada al río para, en el caso de esta historia, pescar la esperanza que un pueblo como Colombia desea lograr.
Este capítulo se llama vida. Vida en una canoa, vida en una atarraya, vida en el río Cauca. Es la vida de muchos colombianos que han nacido y crecido y, como el hilo de la atarraya, han colocado el nudo final para seguir siendo y seguir estando, estando aquí.
Es la vida de “Pescadores de esperanza. Tejiendo redes de convivencia y paz”.
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Canoa
Es tiempo de ir a pescar
En una canoa vamos
En una canoa iremos
De la tierra nace
De la tierra se toma
En la tierra se hace nuestra canoa
Vamo´a construir
Nuestra canoa
Una con la tierra, una con el rio
Hemos construido nuestra canoa
Atarrayas
O lerele
Ha llegado el día de lanzar la atarraya
Mi atarraya
Hecha con un hilo
De inicio a fin
Lanza la atarraya
Lanza la atarraya, que la pesca va a empezar
Lanza la atarraya
Lanza la atarraya
Vida en un hilo
Que con las manos se tejera
Lanza la atarraya
Lanza la atarraya
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* Compositor, guionista y director