Felipe Molina es estudiante de grado 11 en un colegio privado. El confinamiento le produjo rabia, sorpresa, tristeza y miedo por sentir truncado su sueño de compartir con sus amigos su último año escolar. Reconoce que el patio escolar es un lugar donde se construye la convivencia y se reconoce al otro, por esa razón lo extraña de manera especial. Lo positivo del confinamiento fue haberle permitido esclarecer su orientación profesional.