Fue en el año 2009, hace apenas catorce años, desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 22 de abril como el Día de la Tierra. Sin embargo, cincuenta años atrás, desde 1960, activistas en favor del ambiente venían advirtiendo de los gravísimos daños que fenómenos frecuentes como los derrames de petróleo, el smog y la contaminación de los ríos, estaban causando al planeta.
Hoy día, ante los serios problemas ambientales que estamos enfrentando, los programas de la ONU como “Armonía con la naturaleza” y las acciones en el marco del “Decenio de la ONU para la Restauración de Ecosistemas”, nos envían un mensaje contundente:” ¡Actúa ahora!
Actuar restaurando la Tierra para garantizar derechos
Uno de los errores que hemos cometido al hablar de la Tierra, es considerarla un organismo externo a nosotros. Es no hacer conciencia que somos parte de este gran ecosistema y que el deterioro causado nos está jugando en contra y, de forma inmediata, está afectando a los más vulnerables, niños y niñas, entre ellos.
“Los impactos ambientales y el calentamiento global nos afectan a todos, pero esos impactos son muy desiguales y afectan de manera directa a la niñez. La crisis climática es una crisis de los derechos de la infancia. Unicef realizó un informe en que especifica que niños y niñas del mundo están expuestos al menos a uno de los riesgos climáticos y más de 2.000 millones de niños y niñas están expuestos a por lo menos dos riesgos del cambio climático”, explica Pablo Devís, miembro de Fondo Acción, durante el pasado laboratorio pedagógico de NiñezYA.
Solo para ejemplificar, analicemos cómo las inundaciones ponen en peligro el acceso a la salud, la educación, el abastecimiento de alimentos, entre otros. Para noviembre del 2022, eran casi quinientos mil los colombianos afectados por inundaciones, gran parte de ellos niños y niñas de comunidades indígenas, afro y rurales.
La Constitución Nacional de 1991, en su artículo 79, establece el derecho a un ambiente sano. La ONU, en el año 2022, reiteró el acceso a un medio ambiente limpio, sano y sostenible como un derecho humano universal. ¡Actuemos ahora!
Fondo Acción señala algunas actuaciones a implementar de forma inmediata. Veamos.
Además de reconocer que las afectaciones del cambio climático son una realidad inminente, y de fomentar la participación de los más jóvenes de manera vinculante en las decisiones por un ambiente sano, se hace necesario invertir para que los entornos donde los niños se desarrollan sean protectores ante los riesgos que la crisis climática genera. Por ejemplo, “escuelas bioclimáticas: que sean adaptadas a estas condiciones climáticas y que sirvan como espacio de conocimiento y confianza para combatir estos fenómenos climáticos de la mejor manera”, exponía Pablo. Escuelas como las que Fondo Acción viene construyendo en asocio con la Gobernación de Caldas.
A iniciativas como las escuelas bioclimáticas se suman los diseños urbanísticos intencionados que mitiguen los impactos del cambio climático. Urban95 de la Fundación FEMSA es un modelo de ello. No podemos continuar con el urbanismo descontrolado que pone en riesgo a los pobladores. Es necesario pensar desarrollos urbanísticos que garanticen el derecho a un ambiente sano.
Otro apartado muy especial en las acciones a implementar, lo tienen el desarrollo de habilidades y saberes ambientales y climáticos desde los primeros años de vida. A este respecto, es importante resaltar que actualmente el Ministerio de Educación y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, adelantan de manera conjunta la formulación y desarrollo del “Programa Nacional de Educación Ambiental para la Vida en los Territorios” y la actualización de la Política Pública de Educación Ambiental. Sin duda, una gran oportunidad para que se susciten los cambios requeridos.
De todo esto, podemos deducir que el Día de la Tierra, lejos de ser una llana conmemoración, es un llamado al cambio de hábitos, prácticas, actividades económicas, modelos de desarrollo, entre otros. Es un día para prometer que vamos, desde lo cotidiano, desde la escuela, desde lo comunitario y en nuestro territorio específico, a actuar ahora.
