¡Alto, nunca más! Colombia no debió permitir esta realidad: entre 27.101 y 40.828 niñas, niños y adolescentes fueron reclutados por grupos armados que se aprovecharon de sus condiciones de vulnerabilidad para alistarlos en sus filas y fortalecer su capacidad militar. Eso sucedió en los años 1990 a 2017, según la Comisión de la Verdad.
La Comisión de la Verdad también afirma que niñas, niños y adolescentes “no fueron víctimas accidentales o producto de errores operacionales, existió una intencionalidad directa por utilizarlos como mecanismo para el cumplimiento de los intereses de la guerra”.
Sus derechos siguen siendo vulnerados, entre esos, el derecho a la educación. Muchos han tenido que abandonar sus estudios por culpa de la guerra. Además, las escuelas ubicadas en zonas de conflicto armado dejaron de ser ambientes seguros y protectores para las niñas, niños y adolescentes.
Cese al reclutamiento
Fue el 12 de febrero de 2002 cuando entró en vigor el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la Participación de Niños en los Conflictos Armados. En Colombia, el protocolo fue aprobado en 2003 adquiriendo el país el compromiso de proteger a la niñez de la guerra.
Desde entonces, el “Día Mundial de las Manos Rojas” se conmemora todos los 12 de febrero.
Cientos de personas de diferentes países del mundo se unen para pedir el cese al reclutamiento de niños, niñas y adolescentes para la guerra.
Educalidad se suma a las voces que buscan el bienestar de la niñez y le hace eco a la afirmación del Ministro de Educación, Alejandro Gaviria: “Para construir paz empecemos por lo mínimo: sacando a los niños y colegios de la guerra”.