Es el quinto día de la Semana del Buen Trato. Es el turno para destacar la autonomía. Fomentarla en los niños desde los primeros años de vida es buen trato, porque les permite que aprendan a actuar de forma independiente, con criterio, seguros de sí mismos y de sus capacidades.
La escuela es un campo propicio para la autonomía, si respeta la singularidad y el ritmo de cada persona, si rechaza el autoritarismo y el castigo, y si fomenta espacios para la creatividad. También la escuela promueve la autonomía cuando las relaciones no se establecen desde el poder y el sometimiento, cuando hay buenos niveles de comunicación y cuando hay una interacción respetuosa entre todos los miembros de la comunidad educativa.
En la escuela aprendemos a hacer siempre lo correcto porque así lo sugiere el amor y no porque estamos vigilados o le tememos al castigo.
“El respeto a la autonomía y a la dignidad de cada uno es un imperativo ético y no un favor que podemos o no concedernos unos a los otros”, Paulo Freire